La administración de bienes inmuebles, gestionar propiedades, tanto residenciales como comerciales, con el objetivo de maximizar su rentabilidad y asegurar su buen mantenimiento. Implica una serie de actividades que van desde la comercialización de los inmuebles, la negociación de contratos de arrendamiento, el cobro de rentas, hasta el manejo de los aspectos legales y fiscales relacionados con las propiedades. Además, incluye la supervisión de reparaciones, renovaciones y el mantenimiento general, lo que asegura que los bienes inmuebles se mantengan en condiciones óptimas, tanto para los propietarios como para los inquilinos.
Por otro lado, el apoyo operacional de las actividades que permiten el buen funcionamiento de la organización en su día a día. Este apoyo incluye tareas como la gestión de recursos humanos, la administración de inventarios, la supervisión de la logística, el manejo de la tecnología, y la atención al cliente, entre otras.