Buscar un trabajo es sin duda un momento que puede llegar a causar mucha tensión en nuestra mente. De hecho, es una situación común que desencadena ansiedad, incluso en las personas más serenas. ¿Cuál es nuestro miedo? No disponer ni siquiera de una oferta laboral y, sobre todo, que esto sea a raíz de una mala impresión en la entrevista de trabajo.
Pero ¿qué tal si el escenario fuera muy distinto? Si la razón de que nos sintamos nerviosos fuese más bien porque tenemos múltiples ofertas de trabajo al mismo tiempo.
Sabemos que suena como la trama de una película de comedia, sin embargo, es más frecuente de lo que crees. Y puede llevar a la persona que lo está viviendo a sentir la misma ansiedad (o peor) de la que estábamos hablando antes.
Aunque solo podemos escoger una oferta, por lo que las otras empresas no influirán en nuestro presente, no queremos cerrar una puerta antes de tiempo. Por esta razón, es primordial comunicarle a la empresa que vamos a rechazar sobre nuestra decisión, intentando hacerlo con las palabras correctas. De esta forma, nos aseguramos de dejar una buena impresión para el futuro, pues nunca sabemos cuándo podríamos volver a necesitar esta oportunidad.
Si estás en esa situación y aún no se te ocurre cómo actuar, aquí te dejamos algunos consejos.
Los beneficios y los contra dependen totalmente de tu situación actual. Algunas personas buscan un empleo mayormente por temas financieros, otros por un anhelo de progreso en su área y otros quizás prefieran poner como prioridad la comodidad antes que cualquier otro aspecto.
Es necesario definir en una hoja, de forma muy concreta, cuál es tu situación actual para saber qué aspectos necesitas que ofrezca el trabajo ideal para ti. Luego de concluir con esta actividad, podrías crear un mapa conceptual de cada trabajo, junto con sus beneficios y contras. De esta forma, será más sencillo identificar el puesto en donde te sentirías más cómodo y en el cual podrías durar más tiempo.
No deberíamos tomar esta decisión de forma impulsiva, ya que durar muy poco tiempo dentro de una empresa puede dejar una marca en nuestro currículum vitae, el cual ya ha demostrado tener un buen valor al recibir tantas ofertas laborales.
“Ghosting” es un término que se usa hoy en día para describir la situación de una persona que decide dejar de escribir e interactuar con otro de forma repentina. Por ejemplo, no atiende las llamadas, no responde los mensajes, ni se presenta formalmente en ningún sitio. Desaparece como un fantasma.
Quizás pueda estar fuera de lugar incluirlo en este artículo, pero cada vez es más común dentro de las conductas de la población más joven. Es importante hacer conciencia sobre este comportamiento, ya que puede ser perjudicial para nuestro trayecto laboral.
Si ya tomaste una decisión y sabes cual empresa te conviene más, lo mejor es agregar a tu calendario la tarea de comunicarte con cada empleador para notificarles de tu decisión, además de explicarles el porqué.
De esta forma, sabrán que por los momentos no será posible contar contigo en su equipo de trabajo, pero quizás en un futuro pueda presentarse la oportunidad.
Actualmente existen muchos medios por los cuales podríamos tener una entrevista de trabajo, como videoconferencias, llamadas, etc. Lo importante es comunicarnos con ellos de la misma forma que se hizo en un comienzo. A su vez, debemos mostrarnos empáticos con el entrevistador que nos dio la oportunidad de trabajo.
Es positivo hacer énfasis en que valoramos mucho que nos hayan considerado para el puesto, pero que encontramos una oferta que se asemeja más a nuestras necesidades (no es necesario mencionar el nombre de la empresa).
Sabemos que suena como un trabajo titánico hacerlo con cada empleador, pero es la forma más adulta de finalizar esta etapa de nuestra vida. Además, nos permite mostrarnos más profesionales y sentirnos más capaces de afrontar formalidades.
Es una tarea difícil y un poco engorrosa, nadie quiere pasar de forma voluntaria por esta situación. Pero es crucial que podamos mantener nuestra reputación como una persona responsable y puntual. De esta forma, incluso sin ser contratados, ya dejaremos una opinión positiva hacia nuestra imagen sin siquiera trabajar para este empleador.
Todos nos hemos sentido muy mal al ser ignorados. Y, aunque pueda parecer muy distinto cuando se trata de una empresa, el sentimiento es similar. El entrevistador puede sentir que lo estás evitando, siendo un comportamiento poco profesional. Si el trabajo que estás aceptando en este momento no resulta ser tan ideal como pensabas, esta situación podría dejar una cicatriz que influya en que te rechacen en el futuro.