Muchas veces llegamos a una conclusión que puede sonar muy “lógica”, la cual nos lleva al peor de los caminos para nuestro trayecto laboral. Y esta es creer que, mientras más esfuerzo colocamos en nuestro empleo, mejores serán los resultados. Mientras más, mejor, ¿no?.
La verdad es que no siempre es el caso. Nuestra mente funciona de forma similar a nuestros músculos, los cuales tienen un límite de cuánto pueden trabajar en un mismo día. El descanso es el momento en donde logran recuperarse.
Si en todo momento mantenemos nuestro cerebro operando en múltiples áreas, llegará un punto en donde nos “quemaremos”. Es decir, llegaremos al límite de nuestras capacidades, por lo que nuestras habilidades cognitivas comenzarán a mermar gradualmente.
Esto puede ocasionar que tengamos menor tolerancia ante el estrés, menos motivación para desempeñarnos en nuestras actividades diarias, nos sentiremos fatigados en todo momento y tendremos más posibilidades de tener enfermedades coronarias.
La solución puede parecer un perezosa, podríamos pensar que quizás no se puso mucho esfuerzo en idearla. Sin embargo, muchas investigaciones demuestran sus resultados: el descanso.
Sabemos que es una locura pensar que podríamos aumentar nuestra productividad recurriendo al antagonista de nuestros esfuerzos previos. Pero tomarse un descanso dentro de nuestro período laboral ofrece muchos pros.
A continuación, te contamos los beneficios de tomarte un tiempo para descansar mientras trabajas:
El descanso es un gran momento para reducir el estrés que nuestra jornada laboral deja como residuo en nosotros. Una vez que nuestra mente está más despejada, es más fácil dar con soluciones a los problemas que puedan presentarse.
Es decir, hablamos de una mejora de nuestra productividad a través de un método que puede llegar a ser muy placentero.
Además, esto tendrá un impacto positivo en nuestra salud, ya que el estrés prolongado trae consecuencias muy graves en nuestro cuerpo; desde enfermedades coronarias hasta daños cerebrales, dolores estomacales, etc.
Si no está establecida esta práctica dentro de tu entorno laboral, entonces es muy posible que el ambiente esté cargado de ansiedad, frustración y fatiga. Estos no son elementos muy favorables para fomentar el buen trabajo en equipo.
Probablemente la comunicación será muy tosca, ya que cada individuo estará deseando que termine la jornada para, precisamente, tomar un descanso en su hogar. Por lo tanto, las ideas no fluirán con naturalidad.
Tomarse un descanso puede ayudar a que cada persona se sienta cómoda en el momento y pueda compartir sus ideas de forma asertiva.
Todos estos factores que hemos estado desarrollando son los protagonistas en la mayoría de decisiones para renunciar a un puesto de trabajo. Es lógico concluir que, si una persona ha descansado de forma óptima y ha podido desarrollarse en su empleo sin contar con estrés ni ansiedad, entonces no será muy común renunciar.
Muchas empresas necesitan estabilidad y contar con una plantilla fija. No solo es un beneficio particular para la empresa, sino también para sus trabajadores, ya que con el tiempo desarrollamos rutinas de trabajo que incluyen a nuestros compañeros. Si estos están en constante fluctuación, entonces es muy difícil sentirse acostumbrados al día a día.
Se necesita de un suelo firme para que una compañía pueda llegar lejos dentro del mercado.
Por supuesto, no podemos dejar este tema de forma ambigua. Los empleados podrían tomarse la libertad de descansar durante 4 horas, lo cual no sería la idea. La propuesta es disponer de 3 descansos en distintos momentos del día con una duración de 10 minutos cuando vemos que estamos llegando a un pico de ansiedad.
Se recomienda disponer de una técnica de relajación que sea muy efectiva para calmar nuestra mente y volver a estar serenos. Idealmente, podríamos aprovechar este momento para meditar un poco y así concentrarnos mejor.
Existen muchos métodos de meditación disponibles en internet que son aplicables al área de trabajo.
Todo esto que venimos desarrollando dependerá de la filosofía que maneje tu empleador. Pero, si está de acuerdo con el descanso como método para aumentar la productividad de su equipo, entonces probablemente habrá invertido o podrá considerar hacerlo, en un espacio destinado a este momento. Solo necesitamos un lugar muy cómodo, que esté lejos del ruido.
Si lastimosamente no es tu caso, entonces tendrás que adaptarte a lo que tengas disponible. Puede ser simplemente sentarte en la silla de la oficina, cerrar los ojos e intentar mantener la mente en blanco sin pensar en todas las cosas que tienes por hacer (sabemos que no es algo sencillo, pero valdrá la pena).
Una vez que estés más calmado, te aseguramos que comenzarás a trabajar 10 veces mejor de lo que lo venías haciendo.