La estabilidad es algo que todos por sentido común buscamos. No hay peor sensación que la de no poder cumplir con todas las responsabilidades que nos pide el mero hecho de existir. Y es tan fuerte el anhelo de mantener todo en orden que a veces estamos dispuestos a todo por ello, incluso a comprometer nuestra salud mental y física.
Justamente aquí es cuando debemos sentarnos a pensar si realmente vale la pena continuar el camino que estamos llevando.
Nunca hay que olvidar que, a pesar de que el motivo principal por el cual comenzamos a desempeñarnos en un trabajo es el sueldo, hay otros factores a tener en cuenta para elegir donde mantener un ritmo estable por años.
Aunque pueda parecer un factor con poco peso en esta toma de decisiones, realmente implica un gran porcentaje de este. No es positivo para nuestra salud mental mantenernos trabajando en el mismo sitio si no logramos llegar a un mínimo de convivencia con nuestros compañeros de trabajo.
Lo ideal es contar con un entorno que nos haga sentir cómodos y libres de adoptar un feedback positivo de desempeño en cuanto a ideas, colaboración, etc.
De lo contrario, cómo nos desenvolvemos en el área de trabajo podría verse comprometido por ideas negativas e inseguras que nos transmite nuestro espacio de trabajo. La preocupación por los demás nunca debe ser un factor a la hora de ir a laborar.
Muchas veces no le damos el valor que tiene el buen ambiente que existe en un lugar de trabajo hasta que llegamos a uno tóxico. Una cultura de trabajo que fomente la amistad, la confianza y la colaboración no es algo que se ve todos los días. Si es tu caso valoralo en tu decisión de moverte de trabajo ya que no habrá salario o beneficio alguno que compense.
En este caso, es muy normal que exista algo de tensión en el desenvolvimiento con tus superiores, ya que al tratarse de una relación cuya naturaleza se basa en la jerarquía, siempre existirá un pequeño porcentaje de nervios y anhelos por mantener una buena imagen de ti mismo.
Sin embargo, esta nunca debe ser desproporcionada al punto tal que se normalice aguantar desprecio y maltrato de parte de tus jefes.
Un equipo de trabajo siempre dependerá del equilibrio y buen manejo de parte de los superiores y para lograr alentar e inspirar a sus empleados a tener el mejor desempeño posible.
Si sientes que es necesario aguantar humillación constante para conservar tu oficio, entonces quizás ha llegado el momento de buscar en otros sitios un empleo digno para ti.
El hecho de que tengas una buena relación con tu jefe, inclusive de amistad, debe también pesar en tu decisión. Al igual que con tus compañeros, la relación que tengas con tu superior influye de sobremanera en cómo te sientes y como ves el trabajo.
Un punto importante es que a pesar de que es normal que los trabajos ocupen la mayor parte de nuestro día a día, nunca hay que olvidar que el descanso es crucial para llevar un equilibrio emocional y, sobre todo, poder mantener estabilidad dentro de la familia.
Si tu trabajo no cuenta con suficientes días de vacaciones o los horarios se vuelven tan exigentes que pocas veces puedes tener tiempo para estar con quienes aprecias, entonces con el tiempo podrá repercutir negativamente en tus relaciones personales y en tu vida emocional. La flexibilidad que un empleo te ofrece forma parte del salario emocional que muchas veces no podemos cuantificar tan fácilmente como la compensación económica.
La capacidad de poder ir a traer a tus hijos al colegio, de tener tiempo para tus pasatiempos y poder descansar son aspectos que debes de valorar si tu actual o futuro empleo te lo permitirá.
Es importante encontrar el equilibrio entre trabajo y aquel tiempo que dedicas a tus actividades personales. Esto te permitirá desarrollarte no solo como profesional sino también como individuo de forma integral.
Si bien es posible que los compañeros te agraden, tienes una buena relación con tu jefe y tienes máxima flexibilidad en tu trabajo actual pero al final lo màs importante que debes de poder evaluar sobre un trabajo es si te gusta o no. Debes preguntarte si disfrutas hacerlo días tras días. Si cada vez que te levantas en la mañana tienes la motivación suficiente para hacerlo nuevamente. Al final la motivación que nos da un salario o la pura supervivencia es algo que se termina por agotar. La pasión es lo que nos mueve, y debemos disfrutar el oficio que ejercemos para poder desarrollarnos plenamente.
Si no es tu caso, te invitamos a que reflexiones sobre cuáles podrían ser los aspectos del trabajo ideal que quisieras ejercer. Puedes buscar tu futuro empleo en nuestro portal donde podrás buscar entre miles de ofertas interesantes.